TAMPA, Fla. (WFLA) – El gobernador de Florida, Ron DeSantis, emitió un comunicado en respuesta a la acusación del martes contra el expresidente Donald Trump.

DeSantis dijo que no leyó la acusación antes de publicarla en su cuenta X poco después de que se revelara el documento de 45 páginas.

En el comunicado, DeSantis denunció “la militarización del gobierno” y prometió reemplazar al director del FBI, Christopher Wray, quien fue nominado por Trump en 2017.

“Sin embargo, creo que debemos promulgar reformas para que los estadounidenses tengan derecho a trasladar los casos de Washington, DC a sus distritos de origen”, dijo DeSantis.

DeSantis llamó a la capital de la nación un “pantano” y dijo que es “injusto” que los políticos que cometen presuntos delitos allí no puedan trasladar sus juicios a sus distritos de origen, donde es más probable que los miembros del jurado tengan una opinión favorable sobre ellos. En cambio, deben “ser juzgados ante un jurado que refleje la mentalidad del pantano”, según DeSantis.

“Una de las razones por las que nuestro país está en declive es la politización del estado de derecho. No más excusas: terminaré con el uso de armas del gobierno federal”, dijo DeSantis.

DeSantis se ha abstenido en su mayoría de usar los crecientes problemas legales de Trump en su contra, pero mientras hablaba en un evento de campaña el domingo, se refirió brevemente a la acusación que se cierne sobre su oponente político. Según el New York Times, DeSantis dijo que si Trump hubiera “drenado el pantano como prometió” cuando era presidente, “no estaría en el lío en el que está ahora”.

Trump ha sido acusado de cuatro delitos, según la acusación: un cargo de conspiración para defraudar a los Estados Unidos, un cargo de obstruir un procedimiento oficial y conspirar para hacerlo, y un cargo de conspiración contra los derechos.

Según la acusación, los fiscales del Departamento de Justicia dijeron que el expresidente hizo “afirmaciones falsas a sabiendas” que crearon “una intensa atmósfera nacional de desconfianza e ira”, erosionando la confianza pública en el proceso electoral.