BRADENTON, Fla. (WFLA) – El sábado marcó el décimo aniversario del atentado con bomba en la maratón de Boston. El lunes, los corredores competirán en la carrera anual.
Una mujer del condado de Manatee que perdió una pierna debido al ataque está decidida a marcar la diferencia y honrar a quienes perdieron la vida.
Rebekah Gregory vive la vida con su familia al máximo. Es un regalo que no estaba segura de recibir. Ella y su hijo estaban a unos metros de distancia de una de las bombas caseras que explotó cerca de la línea de meta en el maratón de Boston en 2013.
“Pensé que iba a ser el momento en que muriera, no iba a salir de esa calle”, recordó Gregory.
La explosión lastimó gravemente las piernas. A pesar de los mejores esfuerzos del médico, una tuvo que ser amputada.
Según Gregory, no todas sus heridas son visibles. Ella y su hijo, que tenía 5 años en el momento del ataque, fueron diagnosticados con trastorno de estrés postraumático.
Inició ‘Rebekah’s Angels’, una organización para financiar la terapia de trauma para familias que no tienen acceso al tratamiento.
“Puedes encontrar las herramientas que te ayuden a pasar por cosas más traumáticas y es la razón por la que puedo volver a Boston y pararme en el lugar exacto en el que estábamos y animar a nuestros corredores”, explicó.
Se suponía que Gregory participaría en la carrera para conmemorar el décimo aniversario del atentado. Sin embargo, debido a que se está recuperando de su cirugía número 76, su esposo intervino para correr en su lugar.