WASHINGTON (AP) — Otro intruso irrumpió en la casa del Air Force One, una de las bases militares más sensibles del país, y esta vez un residente abrió fuego contra el intruso, dijo la Base Conjunta Andrews (JBA, por sus siglas en inglés) en un comunicado el lunes por la noche.

Durante el incidente, que ocurrió alrededor de las 11:30 a.m. del lunes, “un hombre obtuvo acceso no autorizado a un área de viviendas de la JBA”, dijo la Base Conjunta Andrews en un comunicado publicado en Twitter. “Un residente disparó un arma de fuego, las fuerzas de seguridad llegaron al lugar para detener al intruso y la policía está investigando el incidente”.

La Base Conjunta Andrews es el hogar de la flota de aviones presidenciales azules y blancos, incluidos el Air Force One, el Marine One y el avión 747 del “día del juicio final” que puede servir como centro de mando y control nuclear aerotransportado de la nación si es necesario.

La Fuerza Aérea dijo el lunes por la noche que no tenía nada que agregar más allá de la declaración de Andrews sobre la intrusión del lunes.

No es la primera vez que se viola la seguridad de la base; en febrero de 2021, un hombre atravesó el puesto de control militar en la instalación, luego atravesó áreas seguras cercadas adicionales para obtener acceso a la línea de vuelo y subir a un C-40, que es el avión militar equivalente al 737 que se usa para volar funcionarios gubernamentales.

Ese intruso fue detenido porque la gorra de “orejas de ratón” que llevaba puesta le pareció extraña a un aviador observador.

La investigación de un inspector general encontró tres fallas de seguridad principales, comenzando con un “error humano” por parte de un guardia de seguridad de la puerta que permitió que el hombre ingresara a la base a pesar de que no tenía credenciales que autorizaran su acceso. Horas más tarde, el hombre caminó sin ser detectado hacia la línea de vuelo deslizándose a través de una cerca diseñada para restringir la entrada. Finalmente, subió y bajó de un avión estacionado sin ser cuestionado, a pesar de que no llevaba la placa requerida que autorizaba el acceso al área restringida.