Se espera que un viejo satélite de la NASA caiga a la Tierra esta semana, pero los expertos que rastrean la nave espacial dicen que las posibilidades de que represente algún peligro son bajas.

El difunto satélite científico conocido como Rhessi caerá en picada a través de la atmósfera el miércoles por la noche, según la NASA y el Departamento de Defensa.

La NASA dijo el martes que la ubicación de reingreso no se revelará, dada la incertidumbre persistente sobre cuándo y dónde podría caer. La mayor parte del satélite de 660 libras (300 kilogramos) debería quemarse al regresar, pero se espera que algunas partes sobrevivan.

La agencia espacial dijo en un comunicado que el riesgo de que alguien en la Tierra resulte dañado por la caída de piezas de satélite es “bajo”, aproximadamente 1 en 2,467.

Rhessi, abreviatura de Reuven Ramaty High Energy Solar Spectroscopic Imager, entró en órbita en 2002 para estudiar el sol.

Antes de cerrarse en 2018 debido a problemas de comunicación, el satélite observó erupciones solares y eyecciones de masa coronal del sol. Capturó imágenes en rayos X de alta energía y rayos gamma, registrando más de 100,000 eventos solares.