(The Hill) — Lizzo habla por primera vez después de una demanda de tres de sus exbailarinas que la acusaron de crear un “ambiente de trabajo hostil y abusivo”, diciendo que ella “no es la villana que la gente y los medios” han presentado.

“Como artista, siempre me ha apasionado lo que hago”, dijo Lizzo, cuyo nombre de nacimiento es Melissa Jefferson, en una publicación de Instagram del jueves. “Tomo mi música y mis actuaciones en serio porque al final del día solo quiero sacar el mejor arte que me represente a mí y a mis fans”.

“Con la pasión viene el trabajo duro y los altos estándares”, agregó la cantante de “2 Be Loved”, de 35 años. “A veces tengo que tomar decisiones difíciles, pero nunca es mi intención hacer que nadie se sienta incómodo o que no sea valorado. como una parte importante del equipo”.

Argumentó que “no está aquí para ser vista como una víctima”.

“También sé que no soy la villana que la gente y los medios han retratado estos últimos días”, continuó la ganadora del premio Grammy. “Soy muy abierta con mi sexualidad y al expresarme, pero no puedo aceptar o permitir que la gente usar esa apertura para hacerme parecer algo que no soy”.

En una demanda presentada el martes en el Tribunal Superior de Los Ángeles, un grupo de tres bailarinas afirmó que estuvieron “expuestas a una atmósfera abiertamente sexual que impregnaba su lugar de trabajo” durante una gira de conciertos con Lizzo.

Las bailarinas Arianna Davis, Noelle Rodríguez y Crystal Williams alegaron que Lizzo las presionó para que participaran en una sesión de fotos de desnudos “muy incómodas”, las obligó a entrar en un “ambiente incómodo y sexualmente cargado” con artistas desnudos en un club nocturno de Ámsterdam y les exigió que se sometieran a una audición “brutal” de 12 horas para conservar sus trabajos.

La demanda también afirma que la artista, conocida por promover la positividad corporal, hizo comentarios a una bailarina que eran “preocupaciones apenas veladas” sobre su aumento de peso.

En su respuesta a la demanda, Lizzo dijo: “No hay nada que me tome más en serio que el respeto que merecemos como mujeres en el mundo. Sé lo que se siente cuando te avergüenzan del cuerpo todos los días y nunca criticaría ni despediría a un empleado por su peso”.

“Estoy herida, pero no dejaré que el buen trabajo que he hecho en el mundo se vea opacado por esto”, agregó. “Quiero agradecer a todos los que se han acercado para apoyarme durante este momento difícil”.